CONSUMO DE SUSTANCIAS ILEGALES
SUSTANCIAS ILEGALES
A partir de la clasificación de la OMS podemos hablar de tres grandes grupos: estimulantes, depresores y alucinógenos.
Son estimulantes las anfetaminas, la cocaína, el éxtasis y las metilxantinas (cafeína, teofilina, mateína y otros). Estas drogas alteran el estado mental y estimulan el cerebro y el sistema nervioso central. El efecto que producen es el de aumentar y acelerar la actividad funcional. La forma de administración es variada: puede ser mediante ingestión, inyectada por vía intravenosa o aspirada por mucosas nasales
A partir de la clasificación de la OMS podemos hablar de tres grandes grupos: estimulantes, depresores y alucinógenos.
Son estimulantes las anfetaminas, la cocaína, el éxtasis y las metilxantinas (cafeína, teofilina, mateína y otros). Estas drogas alteran el estado mental y estimulan el cerebro y el sistema nervioso central. El efecto que producen es el de aumentar y acelerar la actividad funcional. La forma de administración es variada: puede ser mediante ingestión, inyectada por vía intravenosa o aspirada por mucosas nasales
EFECTOS A CORTO PLAZO Los efectos a corto plazo de los estimulantes son el agotamiento, la apatía y la depresión del “bajón” que sigue al “viaje”. Este es el agotamiento inmediato y duradero que rápidamente lleva a que el consumidor de estimulantes desee el fármaco otra vez. En poco tiempo, no estará tratando de tener un “viaje”, sino que tratará de estar “bien” y sentir al menos algo de energía.
EFECTOS A LARGO PLAZO Los estimulantes pueden ser adictivos. Altas y repetidas dosis de algunos estimulantes durante un corto período de tiempo pueden conducir a sentimientos de hostilidad o paranoia. Esas dosis también pueden dar lugar a temperaturas corporales peligrosamente altas y a un latido irregular del corazón
EFECTOS A LARGO PLAZO Los estimulantes pueden ser adictivos. Altas y repetidas dosis de algunos estimulantes durante un corto período de tiempo pueden conducir a sentimientos de hostilidad o paranoia. Esas dosis también pueden dar lugar a temperaturas corporales peligrosamente altas y a un latido irregular del corazón
Los DEPRESORES son los tranquilizantes (benzodiacepinas), los hipnóticos (barbitúricos y alcoholes), los analgésicos narcóticos (codeína, morfina, heroína, metadona y otros), los anestésicos (éter, cloroformo y otros) y los disolventes inhalantes (acetona, tolueno y otros). Estas sustancias inducen al sueño y a relajar el sistema nervioso y deprimen o disminuyen la actividad corporal. La administración puede realizarse por vía intravenosa, oral o fumándolas.
Efectos a corto plazo
Lentitud en la función cerebral Pulso y respiración reducida
Presión arterial reducida Baja concentración
Confusión Fatiga
Mareos Habla confusa
Fiebre Aletargamiento
Alteraciones visuales Pupilas dilatadas
Desorientación, falta de coordinación Depresión
Dificultad o incapacidad para orinar Adicción
Las dosis más altas pueden causar deterioro de la memoria, el juicio y la coordinación, irritabilidad, paranoia y pensamientos suicidas.
Efectos a largo plazo
Se puede desarrollar tolerancia a muchos depresores con rapidez, y llegar a necesitarse dosis más grandes para lograr el mismo efecto. El consumidor, al tratar de alcanzar el mismo viaje, puede aumentar la dosis hasta un nivel que produzca coma o muerte por sobredosis.
El uso a largo plazo de depresores puede producir depresión, fatiga crónica, dificultades para respirar, problemas sexuales y problemas de sueño. Conforme aumenta la dependencia a una droga, son comunes los deseos incontenibles, el pánico o la ansiedad, si el consumidor no puede conseguir más.
Efectos a corto plazo
Lentitud en la función cerebral Pulso y respiración reducida
Presión arterial reducida Baja concentración
Confusión Fatiga
Mareos Habla confusa
Fiebre Aletargamiento
Alteraciones visuales Pupilas dilatadas
Desorientación, falta de coordinación Depresión
Dificultad o incapacidad para orinar Adicción
Las dosis más altas pueden causar deterioro de la memoria, el juicio y la coordinación, irritabilidad, paranoia y pensamientos suicidas.
Efectos a largo plazo
Se puede desarrollar tolerancia a muchos depresores con rapidez, y llegar a necesitarse dosis más grandes para lograr el mismo efecto. El consumidor, al tratar de alcanzar el mismo viaje, puede aumentar la dosis hasta un nivel que produzca coma o muerte por sobredosis.
El uso a largo plazo de depresores puede producir depresión, fatiga crónica, dificultades para respirar, problemas sexuales y problemas de sueño. Conforme aumenta la dependencia a una droga, son comunes los deseos incontenibles, el pánico o la ansiedad, si el consumidor no puede conseguir más.
Dentro del grupo de los ALUCINOGENOS podemos incluir al LSD (dietilamida del ácido lisérgico), el peyote, la mezcalina, el PCP, y los cannabis: hachís, aceite de hash y marihuana. Estas drogas provocan en el individuo una alienación pasajera de la actividad psíquica, con distorsiones perceptuales y desplazamiento de la imaginación. Producen delirios, alucinaciones y estados de confusión y despersonalización.
EFECTOS A CORTO PLAZO ·
Distorsión sensorial Pánico
Ansiedad Mala coordinación de movimientos
Tiempo de reacción más lento
Después de una “subida” inicial, el consumidor se siente somnoliento o deprimido
Ritmo cardíaco más elevado (y riesgo de ataque al corazón)
EFECTOS A LARGO PLAZO
Resistencia disminuida a enfermedades comunes (resfriados, bronquitis, etc.)
Supresión del sistema inmunológico Trastornos del crecimiento
Incremento de células en el cuerpo anormalmente estructuradas
Reducción de las hormonas sexuales masculinas
Destrucción rápida de las fibras pulmonares y lesiones (heridas) al cerebro que podrían ser permanentes
Capacidad sexual reducida
Dificultades en el estudio: se reduce la habilidad para aprender y retener información
Apatía, adormecimiento, falta de motivación
Cambios de personalidad y humor
Inhabilidad para comprender cosas claramente
La dependencia a las drogas deriva de una compleja interrelación entre la personalidad del individuo, la situación social y el efecto de la sustancia elegida. En consecuencia, resulta muy difícil tipificar la "personalidad adictiva". Por el mismo motivo, no se puede hablar de sustancias que generan abuso ya que esto no depende solamente de la droga en sí sino de otros factores.
Para que una conducta sea adicta deben existir:
Una sustancia con características capaces de generar abuso.
Un individuo con necesidad de un consumo frecuente.
La concurrencia de factores tales como tolerancia, dependencia física y dependencia psíquica.
Deterioro del individuo, de su relación con el medio familiar y con el medio social.
EFECTOS A CORTO PLAZO ·
Distorsión sensorial Pánico
Ansiedad Mala coordinación de movimientos
Tiempo de reacción más lento
Después de una “subida” inicial, el consumidor se siente somnoliento o deprimido
Ritmo cardíaco más elevado (y riesgo de ataque al corazón)
EFECTOS A LARGO PLAZO
Resistencia disminuida a enfermedades comunes (resfriados, bronquitis, etc.)
Supresión del sistema inmunológico Trastornos del crecimiento
Incremento de células en el cuerpo anormalmente estructuradas
Reducción de las hormonas sexuales masculinas
Destrucción rápida de las fibras pulmonares y lesiones (heridas) al cerebro que podrían ser permanentes
Capacidad sexual reducida
Dificultades en el estudio: se reduce la habilidad para aprender y retener información
Apatía, adormecimiento, falta de motivación
Cambios de personalidad y humor
Inhabilidad para comprender cosas claramente
La dependencia a las drogas deriva de una compleja interrelación entre la personalidad del individuo, la situación social y el efecto de la sustancia elegida. En consecuencia, resulta muy difícil tipificar la "personalidad adictiva". Por el mismo motivo, no se puede hablar de sustancias que generan abuso ya que esto no depende solamente de la droga en sí sino de otros factores.
Para que una conducta sea adicta deben existir:
Una sustancia con características capaces de generar abuso.
Un individuo con necesidad de un consumo frecuente.
La concurrencia de factores tales como tolerancia, dependencia física y dependencia psíquica.
Deterioro del individuo, de su relación con el medio familiar y con el medio social.